Todo el mundo tiene problemas, creo que no hay nadie que se escape de ellos como también las familias, lo que pasa es que suele darse un silencio consensuado para no divulgarlos, entre otras cosas porque pocas personas se prestan para ayudar. En especial hay dos clases de problemas los económicos y los relacionados con la salud. Unos y otros pueden hacer daño a la estabilidad y tranquilidad de las personas y de las familias. Los inmigrantes que viven en España no se escapan de ellos agravándose con la distancia que les separa de España. Hoy por preguntar a una frutero chino por su señora me ha comunicado que se encuentra en china con su hijo y la familia y que tienen que operaarla, no he preguntado de qué, lo normal es que él quedándose aquí para seguir con el negocio lo pase mal y que su pensamiento esté más en china que en España. Este es un ejemplo no el único, muchas personas asumen más o menos bien los problemas, desde mi punto de vista los de la salud preocupan más que los económicos. Estos pueden ser graves ya que una precaria economía repercute en todo incluso en la salud de las personas, en el caso de una familia estar en el paro o tener un trabajo precario alguno de sus miembros o todos tiene consecuencias bastante graves que repercuten en la calidad de las relaciones entre los diferentes componentes de la familia, ya sea de pareja o entre padres e hijos y entre ellos mismos. La estabilidad económica en las personas y las familias es fundamental para el equilibrio personal y emocional de todos sus miembros. La enfermedad de Mª del Carmen a nosotros también nos ha afectado especialmente a mi, también a nuestro hijo, nuestra nuera e incluso al nieto que a medida que tiene más años ya se da cuenta de la falta de salud de la abuela de Madrid. Al final tanto los problemas económicos como de salud los tiene que resolver quien los tiene o con la ayuda de los familiares más cercanos, ya que el resto de personas te pueden ofrecer su ayuda aunque casi nunca llega.
