miércoles, 29 de julio de 2015

Ordenador

Al ordenador le he dado un "tute" que no le conviene y que lo puede dañar, o dañar el sistema, por manipular sin entender aspectos técnicos que solo un experto en informática puede resolver tal como sucedió ayer tarde cuando Nacho de iFactory recompuso todo lo que yo había desajustado. Tendré que dejar a los técnicos que resuelvan los problemas del ordenador y dejar de manipular sin ton ni son el sistema informático que no domino bien para evitar que se estropee, lo que sería peor el remedio que la enfermedad, es decir, un estropicio más o menos grave por probar soluciones técnicas que desconozco puede llevar a un mal mayor, estropear o perder datos y archivos antiguos o estropear la "torre" que por ahora está funcionando bien. La lástima es que no tengo suficientes conocimientos informáticos y cuando surge un problema que puede ser sencillo no lo consigo resolver. Tener que llamar cada dos por tres a Nacho o algún técnico para cuestiones que son de poca importancia fastidia, pero me parece que llegó el momento de comprender que me dedique sólo a lo que habitualmente hago cuando conecto el ordenador y deje a los técnicos en informática que resuelvan las anomalías del sistema. Esta vez, he usado demasiado una opción de "recuperar" que según Nacho solo se debe usar en casos excepcionales, como él dice en caso de desastre, porque puedo perder mucha información antigua que sería imperdonable si se pierde definitivamente. Ya tuve con el portátil el disgusto del "siglo" cuando perdí todo el contenido del disco duro, no por mi culpa sino debido a que alguien usurpó mi identidad y mi contraseña metiéndose en el sistema lo que propició perder todo el contenido del disco duro y al no tener copia de seguridad de su con tenido tenía que haber empezado de cero, lo que no sucedió gracias al empeño que puse para conseguir recuperarlo todo con la ayuda de Windos, que con las preguntas que me hacía para tener la seguridad de que yo era realmente el titular verdadero de lo perdido me lo restauró todo. Es preferible no repetir la experiencia, de no perderlo todo o una parte del contenido del sistema cuando me da por pasarme de listillo haciendo de técnico cuando no lo soy. De momento parece que todo ha quedado en incertidumbre de lo que no funcionaba correctamente gracias a que Nacho en unos quince minutos me solucionó el problema,
todo vuelve a funcionar con normalidad por ahora, espero no volver a meter la pata tocando lo que no debo para resolver un problema técnico del ordenador.

martes, 14 de julio de 2015

Abuela Pilar

El 26 de este mes de 2015 se cumplen tres años del fallecimiento de la abuela Pilar. El tiempo pasa, no descansa, se suceden los años y acontecimientos como éste se repiten año tras año, el fallecimiento de la abuela Pilar es el más reciente, con anterioridad se han dado los fallecimientos primero de mi padre,  Grabiel, de repente, al comenzar Año nuevo de 1983 creo recordar, el segundo fallecimiento fue el del abuelo Antonio en 1989, si la memoria no me falla, la tercera en dejarnos fue la abuela Teresa en el hospital de Olot creo recordar también en verano de 2009 y hace tres años la abuela Pilar falleció en la Residencia de Monreal del Campo su pueblo natal. Los padres por parte mía y de mis hermanos están enterrados en el cementerio de Olot donde residieron casi toda sus vida aunque ninguno de los dos nacieron en la ciudad, mi padre nació en san Joan les Fonts en una Masía catalana y mi madre Teresa nació en Llanás un bonito pueblecito cercano a los Pirineos catalanes. Los padres del Mª del Carmen los dos eran originarios de Monreral del Campo, en la provincia de Teruel,hasta que pasados unos años se trasladaron con sus hijos a Madrid donde la abuela siguió ejerciendo de ama de casa y cuidando de su nieto Juanan los dos primeros años de vida y el abuelo trabajando de Conserje hasta que se jubiló. Son recuerdos agradables que la muerte no empaña para nada antes el contrario engrandece la vida de todos ellos perdurando en el tiempo su recuerdo siempre agradable, con más luces que sobras porque nos amaron y nos dieron toda su vida que hemos sabido aprovechar y que de alguna manera se lo hemos reconocido con nuestro trabajo y amor. La abuela Pilar fue una luchadora nata, inteligente, que supo gobernar su casa con cariño al mismo tiempo que con mano de hierro, infatigable, que jamás se rindió ante las dificultades propias y ajenas.Sus últimos años fueron dolorosos aunque lo llevaba en silencio, algunas veces se deshaogaba, con sollozos silenciosos, al comprobar que sus dos hijos que tanto había amado y tanto había trabajado para ellos, habían contraído el Alzheimer del que jamás se recuperarán. Murió triste pero siempre bien acompañada por su hija y por mi mientras tuvo salud y posteriormente por nuestro hijo, el nieto, hasta su fallecimiento. No sería justo que no mencionara a Mª del Carmen mi esposa que también dedicó parte
de su vida a cuidar a su madre, aunque con la verdad por delante, la cuñada, su hijo Antonio y la nieta no se dedicaron tanto de su salud cuando más lo necesitó,pero esa es otra historia que ahora no vine al caso. Los aniversarios se suceden para seguir recordando a nuestros familiares ya fallecidos por eso es normal que les dedique a ellos estas líneas con amor.